sábado, 19 de junio de 2010

Domingo Villar y Lorenzo Silva en el Club del Faro de Vigo hablando de novela negra

No a todo el mundo le gustan las obras de Domingo Villar. Quizá a mí me parece que utiliza demasiado su realidad gallega, especialmente construida a base de estereotipos, pero lo cierto es que ahí está y recientemente ha publicado una nueva novela protagonizada por Leo Caldas.
De Lorenzo Silva no hace falta decir mucho, sus personajes Bevilacqua y Chamorro a mí me gustan mucho, especialmente la dinámica que se construye entre ellos; quizás no siempre me ha gustado el ritmo y la dinámica de sus novelas.
Aquí os presento un artículo publicado en el Faro de Vigo, que refleja una mesa redonda en la que participaron los dos autores.

"Bajo la forma policíaca lo que yo escribo es un cuento de amor a Galicia"
El escritor vigués, Domingo Villar, habló de la novela negra con su colega de oficio Lorenzo Silva, que piensa que este género radiografía a la sociedad, "que se retrata por sus crímenes"

F. FRANCO - VIGO "Yo lo que escribo es un cuento de amor a mi tierra bajo la
forma de novela policíaca", decía ayer en el club FARO el escritor vigués
Domingo Villar. Al otro lado de la mesa, separado por la periodista de FARO
Selina Otero, otro escritor del mismo género aunque más veterano y caudaloso en
el número de sus títulos: el madrileño Lorenzo Silva. "Crímenes y literatura (la
novela negra en España) fue el tema de la mesa-redonda-coloquio que les trajo a
Vigo
Selina Otero marcó la pauta y fue Lorenzo Silva, cuya última novela fue
"La estrategia del agua" (editorial Destino) quien abrió fuego graneado sobre el
género del que ambos viven y en el que triunfan. "Desde el comienzo el género
criminal ha servido –dijo– para trazar una radiografía de la sociedad. Una
sociedad también queda retratada por sus criminales, por la forma en que se
delinque y por el modo en que el sistema responde ante el delito".
Estos
aspectos cambian según el país, aseveró el escritor, de modo que lo que no
asombra por ejemplo en Brasil, todavía conmueve en España como puede ser el
asesinato por encargo, tema de su última novela. Aunque aquí también cada vez
menos". Silva, que es abogado, contó varios casos de encargos criminales habidos
en España, como el de un teniente de alcalde murciano para hacer desaparecer al
alcalde por un problema de recalificación de terrenos municipales.
El oficio
de la negra
Domingo Villar, cuyo último libro es "La playa de los ahogados"
(editorial Siruela) habló también del papel que para él juega este género
literario. "Tengo la percepción –afirmó– en la medida en que voy conociendo a
más locos de los que nos dedicamos a este oficio de la novela negra, de que
hablamos de crímenes para contar otra cosa. El crimen no es más que una excusa
para echar una mirada a la sociedad con el ritmo más pausado y sereno que
permite la creación literaria pero que no facilita la realidad con su vorágine
actual".
Lo que afirma Villar es que cuando escribe novela policíaca habla
de otros asuntos, siquiera tangencialmente, de índole moral. Por ejemplo del
mundo de los mayores, "a los que estamos condenando al silencio como si las
opiniones de quienes más han vivido no valieran".
De ese aspecto, lo moral,
habló también su colega de oficio, Lorenzo Silva, aunque con otra intención.
"Mis personajes se sitúan en el aquí y ahora, y nuestro ahora es de crisis
económica pero pretendo que dejen entrever que la económica remite a otra crisis
más profunda, de índole moral. Simplificando, buena parte de nuestra crisis
viene de no decirnos la verdad, de la falsedad de nuestro sistema".
Afirma
Silva que la novela policíaca indaga en estos subterráneos de la realidad y
tiene la ventaja como género de ficción de que, si se construyen bien los
personajes, acaban reflejando un complejo mosaico que remite a la realidad. "La
literatura narrativa –afirmó– permite plantear una multiplicidad de puntos de
vista que no son posibles en la literatura discursiva"-
Con buen humor,
Selina Otero leyó ante el público un diálogo entre un aragonés, el ayudante del
protagonista de las novelas de Villar, el detective Leo Caldas, con uno de sus
interrogados gallegos y la ambigüedad de las respuestas de éste al desesperado
maño. Para Domingo Villar está muy claro el sentido de situar las tramas de sus
personajes en Galicia y Vigo más concretamente. "Yo lo que escribo es un cuento
de amor a una tierra (la mía), a unos personajes, a una forma de estar en el
mundo que es la de Galicia. Es el modo que tengo de recuperar mi paraíso perdido
como residente por razones laborales en Madrid. Cuando escribo en Madrid busco
el escenario que perdí, es el bálsamo a mi ´morriña´, la compensación de la
ausencia de mi tierra".
¿Pero no se lee mucho menos? A esto respondió Silva
que nunca se leyó tanto en España aunque nunca sea suficiente. "Es cierta que el
relato de la realidad que se ofrece por otros medios es masivo, instantáneo,
vertiginoso pero parcial e interesado. Ahí tiene un hueco la literatura".

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