lunes, 10 de octubre de 2011

"El hombre inquieto" de HENNING MANKELL

Hace varios años, más de siete, tuve la ocasión de leer varios de los títulos de Henning Mankell. La verdad es que eran mis primeros encuentros con la novela negra (también leía por aquella época a Camilleri). Wallander y Montalbano eran mis detectives favoritos. Luego me encontré con muchos más autores de detectives que hicieron que dejara de lado tanto a Wallander como a Montalbano.
Después de todos estos años, he podido volver a encontrarme con Wallander, y, desde el principio, he sentido la proximidad con este personaje, como si hubiera sido ayer cuando leía sus aventuras.
Sin embargo, sí es cierto que es otro el Wallander al que me he enfrentado. Este es un hombre mayor, que adolece de todos los elementos de la vejez, de manera que ha cambiado casi totalmente su personalidad, excepto en aquellos elementos que configuran su ser de policía.
Wallander está ahora mismo totalmente orientado hacia sí mismo, hacia su familia y hacia el sentido de su vida. En medio de todas estas tribulaciones aparece un caso que no tiene más remedio que abordar e intentar comprender los hechos.
Sí, se muestra como un hombre mayor, pero sigue teniendo la obstinación de sus épocas anteriores.
En este último título de Wallander, Mankell nos pone en la situción de despedirnos de Wallander; ha llegado a su fin, ha recorrido el camino que tenía por delante y su vida, tanto policial como personal llama a su fin. Mankell nos deja bien claro que ya ha pasado el tiempo de Kurt Wallander y que ahora comienza el tiempo de Lisa Wallander, como ya vimos en "Cortafuegos".
Los lectores que disfrutaron con el resto de títulos de Mankell protagonizados por Wallander también disfrutarán ahora, aunque uno se queda con la sensación de querer más. Pero, por otro lado,  también está bien cerrar los ciclos, no exprimir al personaje más allá de lo que es razonable.
Después de haber leído algo de Martin Beck, el personaje creado por Wahlo y Sjowal, es cierto que hay una total cercanía entre los dos investigadores, aunque también es cierto que hay una distancia sustancial, ya que en Wallander es fundamental su vida personal, sus inquietudes, preocupaciones y padecimientos, circunstancia que en Martin Beck es colateral, como elemento contextualizador.
Gracias a Mankel y Wallander hemos podido disfrutar de una imagen distinta del paraíso nórdico, pero a la vez es una imagen muy humana, más allá de la correcta imagen de la realidad que haya podido transmitir el autor.
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Noticia en El País sobre la publicación de "El hombre inquieto", publicado el 28 de septiembre de 2009.
La Editorial Tusquets tiene una completa página sobre el libro en la que podéis encontrar múltiples enlaces a contenidos complementarios (vídeos de youtube de presentación del libro, programas radiofónicos, la página web del autor, ...)
En The New York Times podemos encontrar un reseña muy acertada sobre "El hombre inquieto", publicada el 27 de marzo de 2011, escrita por Janet Maslin.
Marilyn Stasio, también en The New York Times, hace una revisión de algunos títulos, entre ellos "The trouble man", en su artículo "Mankell's endgame", para las reseñas que publica en el dominical, con fecha 25 de marzo de 2011.
Kenneth Turan, el 30 de marzo de 2011, publico una reseña en Los Angeles Times sobre esta última aventura del Inspector Wallander.
Antonio Lozano en QuéLeer hace un breve comentario sobre el libro.

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