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miércoles, 10 de agosto de 2011

"La playa de los ahogados" de DOMINGO VILLAR



"La playa de los ahogados" es la segunda novela del Inspector Leo Caldas, del escritor gallego Domingo Villar.

Como la anterior, "Ojos de agua", la novela está ambientada en el sur de Galicia, en la región próxima a la ciudad de Vigo, un sus dos vertientes: en la costa atlántica al sur de la ciudad y en la zona ribereña del Miño, también característica por su producción de vinos.


Domingo Villar ha construido un personaje que se identifica de manera perfecta con el estereotipo que se maneja de la personalidad gallega. Yo creo que abusa un tanto de dicha aproximación. Es tal la identificación que se sirve como recurso literario de su personaje colaborador, Rafael Estévez, para que el contraste se magnifique un poco más, si cabe.


La historia me genera unos sentimientos encontrados. Por un lado, me encanta la identificación del personaje con el paisaje, con el entorno en el que desarrolla su acción. Su carácter ambivalente, un tanto depresivo, cabizbajo, se corresponde de manera casi perfecta con ese ambiente otoñal, lluvioso, ventoso, neblinoso, con la hojarasca por los suelos. El lector se ve inmerso de manera absoluta en esas sensaciones. Pero, por otro lado, creo que es abusivo el uso en extremo del cliché; creo que es innecesario mostrar un personaje tan perfectamente "gallego", cuando la riqueza de las personas superan esos mínimos que se dibujan en el imaginario colectivo.



Igualmente me parece interesante la opción por la narrativa ambientalista. La riqueza de sus descripciones del entorno, ya sea del paisaje, ya sea del clima, de las localizaciones (en especial el bar del Eligio) o del paisanaje me resulta atrayente, máxime cuando me resulta un paisaje conocido y, por tanto, más atractivo.


El personaje de Rafael Estévez es de lo más ocurrente y me parece que es un contrapunto perfecto, es la parte más divertida de sus novelas, y también de esta.


Es una lectura que engancha porque, ciertamente, la trama investigadora se sumerge en este neblinoso otoño, en esta sombría realidad, en la que casi todos los personajes sufren (se escapa a ello Rafael Estévez). La novela transmite con mucha fuerza esa idea atávica de una vida fuera del control de las personas; parece que los acontecimientos suceden a pesar de las personas, superando su posibilidades de control de la propia vida. Tanto víctimas como sospechosos se muestran en manos del azar, de la Diosa Fortuna, que lleva por los vericuetos que ella dicta, siguiéndola con la cabeza baja.


En cualquier caso, la trama detectivesca es interesante, dado que la resolución de la cuestión está en manos del azar. Leo Caldas resuelve este misterio a pesar de sí mismo. La Diosa Fortuna está en el centro de toda la novela, resolviendo el misterio y poniendo bajo su manto la peripecias de las personas. Este pensamiento mágico es el que ronda en muchas páginas del libro, como si fuera el rasgo definitorio de la personalidad gallega.





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En la Editorial Siruela podéis encontrar la ficha del libro, unas páginas para probar su lectura y algunas cosillas más del autor (incluso se pueden hacer compras, pero el precio de los e-book creo que deberían ir bajando, para hacer más accesible el tema).


"Página 2", Programa de Televisión Española sobre libros en el que entrevistan a Domingo Villar a raíz de la publicación de su libro "La playa de los ahogados". Podéis disfrutar de la entrevista.


En el Blog "La palabra infinita" nos habla de las impresiones que le ha generado la lectura de "La playa de los ahogados".


En "Un cadáver en mi Blog" podéis otra recomendación de esta lectura.

sábado, 19 de junio de 2010

Domingo Villar y Lorenzo Silva en el Club del Faro de Vigo hablando de novela negra

No a todo el mundo le gustan las obras de Domingo Villar. Quizá a mí me parece que utiliza demasiado su realidad gallega, especialmente construida a base de estereotipos, pero lo cierto es que ahí está y recientemente ha publicado una nueva novela protagonizada por Leo Caldas.
De Lorenzo Silva no hace falta decir mucho, sus personajes Bevilacqua y Chamorro a mí me gustan mucho, especialmente la dinámica que se construye entre ellos; quizás no siempre me ha gustado el ritmo y la dinámica de sus novelas.
Aquí os presento un artículo publicado en el Faro de Vigo, que refleja una mesa redonda en la que participaron los dos autores.

"Bajo la forma policíaca lo que yo escribo es un cuento de amor a Galicia"
El escritor vigués, Domingo Villar, habló de la novela negra con su colega de oficio Lorenzo Silva, que piensa que este género radiografía a la sociedad, "que se retrata por sus crímenes"

F. FRANCO - VIGO "Yo lo que escribo es un cuento de amor a mi tierra bajo la
forma de novela policíaca", decía ayer en el club FARO el escritor vigués
Domingo Villar. Al otro lado de la mesa, separado por la periodista de FARO
Selina Otero, otro escritor del mismo género aunque más veterano y caudaloso en
el número de sus títulos: el madrileño Lorenzo Silva. "Crímenes y literatura (la
novela negra en España) fue el tema de la mesa-redonda-coloquio que les trajo a
Vigo
Selina Otero marcó la pauta y fue Lorenzo Silva, cuya última novela fue
"La estrategia del agua" (editorial Destino) quien abrió fuego graneado sobre el
género del que ambos viven y en el que triunfan. "Desde el comienzo el género
criminal ha servido –dijo– para trazar una radiografía de la sociedad. Una
sociedad también queda retratada por sus criminales, por la forma en que se
delinque y por el modo en que el sistema responde ante el delito".
Estos
aspectos cambian según el país, aseveró el escritor, de modo que lo que no
asombra por ejemplo en Brasil, todavía conmueve en España como puede ser el
asesinato por encargo, tema de su última novela. Aunque aquí también cada vez
menos". Silva, que es abogado, contó varios casos de encargos criminales habidos
en España, como el de un teniente de alcalde murciano para hacer desaparecer al
alcalde por un problema de recalificación de terrenos municipales.
El oficio
de la negra
Domingo Villar, cuyo último libro es "La playa de los ahogados"
(editorial Siruela) habló también del papel que para él juega este género
literario. "Tengo la percepción –afirmó– en la medida en que voy conociendo a
más locos de los que nos dedicamos a este oficio de la novela negra, de que
hablamos de crímenes para contar otra cosa. El crimen no es más que una excusa
para echar una mirada a la sociedad con el ritmo más pausado y sereno que
permite la creación literaria pero que no facilita la realidad con su vorágine
actual".
Lo que afirma Villar es que cuando escribe novela policíaca habla
de otros asuntos, siquiera tangencialmente, de índole moral. Por ejemplo del
mundo de los mayores, "a los que estamos condenando al silencio como si las
opiniones de quienes más han vivido no valieran".
De ese aspecto, lo moral,
habló también su colega de oficio, Lorenzo Silva, aunque con otra intención.
"Mis personajes se sitúan en el aquí y ahora, y nuestro ahora es de crisis
económica pero pretendo que dejen entrever que la económica remite a otra crisis
más profunda, de índole moral. Simplificando, buena parte de nuestra crisis
viene de no decirnos la verdad, de la falsedad de nuestro sistema".
Afirma
Silva que la novela policíaca indaga en estos subterráneos de la realidad y
tiene la ventaja como género de ficción de que, si se construyen bien los
personajes, acaban reflejando un complejo mosaico que remite a la realidad. "La
literatura narrativa –afirmó– permite plantear una multiplicidad de puntos de
vista que no son posibles en la literatura discursiva"-
Con buen humor,
Selina Otero leyó ante el público un diálogo entre un aragonés, el ayudante del
protagonista de las novelas de Villar, el detective Leo Caldas, con uno de sus
interrogados gallegos y la ambigüedad de las respuestas de éste al desesperado
maño. Para Domingo Villar está muy claro el sentido de situar las tramas de sus
personajes en Galicia y Vigo más concretamente. "Yo lo que escribo es un cuento
de amor a una tierra (la mía), a unos personajes, a una forma de estar en el
mundo que es la de Galicia. Es el modo que tengo de recuperar mi paraíso perdido
como residente por razones laborales en Madrid. Cuando escribo en Madrid busco
el escenario que perdí, es el bálsamo a mi ´morriña´, la compensación de la
ausencia de mi tierra".
¿Pero no se lee mucho menos? A esto respondió Silva
que nunca se leyó tanto en España aunque nunca sea suficiente. "Es cierta que el
relato de la realidad que se ofrece por otros medios es masivo, instantáneo,
vertiginoso pero parcial e interesado. Ahí tiene un hueco la literatura".

lunes, 5 de noviembre de 2007

"Ojos de agua" de DOMINGO VILLAR


Este fin de semana he podido leer la primera novela de Domingo Villar.
La acción se desarrolla en su Galicia natal, en el entorno de la ciudad de Vigo.
El protagonista es Leo Caldas, inspector de la Policía Nacional, bajo las ordenes del Comisario Soto, con quien tiene una relación difícil de tiras y aflojas. Como compañero de trabajo tiene al agente Rafael Estévez, un aragonés que ha dado con sus huesos en la ciudad gallega, debido a que en su Aragón natal ha tenido su problemas disciplinarios, pero que ha llegado a un destino donde no acaba de comprender la idiosincrasia de los gallegos, lo cual le produce sus conflictos.
El inspector Leo Caldas tiene su pequeña fama en la ciudad porque es uno de los protagonistas de un programa de radio "Patrullando en las ondas". Investigador introspectivo, reflexivo pero que se basa en numerosas ocasiones en su intuición, obteniendo no siempre los resultados que buscaba.
Ha sido una lectura muy amena, un texto de relativas pocas páginas y que, por tanto, se resuelve la cuestión con cierta agilidad.
Para mi hay varias notas que sobresalen en la lectura de esta novela. En primer lugar, el constante intento de destacar el entorno gallego, hay una fuerte apuesta por imbrincar al detective en la cultura gallega, sus referencias a la cocina, a los locales, a personajes de arraigo en ella (Castelao, Cunqueiro, ...), a su geografía, a la importancia del mar, etc. A veces me parece un tanto excesivo, dado que parece que tiene casi más protagonismo que los propios personajes, parece que no pueden distanciarse de este elemento y tienen que satisfacer un peaje: los gallegos no pueden ser más que gallegos.
En segundo lugar, me ha parecido de lo más interesante el personaje de Rafael Estévez, es divertidísima su caracterización, es la caricatura de como a veces resulta un tanto incomprensible cómo entienden los gallegos el mundo y la realidad. Con él se desarrollan los momentos más divertidos.
Durante la lectura se pueden encontrar referencias a la literatura de detectives y en particular a Andrea Camilleri (el difunto es aficionado a la lectura de libros de detectives y tiene en su mesilla como libro de cabecera uno de los libros de Andrea Camilleri "El perro de terracota").
Es más, en algún momento he pensado que tiene demasiados paralelismos con este autor, el vínculo del protagonista con la comida, tan detallada; la relación con su subordinado (parecida a la relación de Montalbano con Catarella); el sentido de la justicia de Leo Caldas, que va más allá de la justicia legal, igual que Montalbano; la relación sus superiores; las referencias tan numerosas a la idiosincrasia de la gente del lugar, ese perfil semirural y campechano de los que les rodean, el Galicia vs Sicilia. Demasiados paralelismos.
No obstante una lectura agradable y entretenida.

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Ficha del libro en Siruela.
En el Periodista Digital se puede encontrar otra reseña.
Otra reseña en GranadaJazz