Cecil Day-Lewis en 1938 escribio esta The Best must die bajo el pseudónimo de Nicholas Blake. Conocido poeta, que durante muchos años militó entre las filas comunistas, también se dedicó a escribir novelas para completar sus ingresos durante ese periodo tan difíl de la historia europea.
Así nació su personaje Nigel Strangeway, un investigador privado, de notables habilidades intelectuales y que basa su investigación en la recopilación de pistas, pruebas e indicios para intentar inferir la conclusión más lógica y así, de esta manera, resolver el puzzle que se le ha planteado. En el desarrollo de su actividad es fundamental la participación de su esposa, Georgia, caracterizado como una aventurera casi más famosa que su esposo, de carácter arriesgado y abierta, que ayuda a recolectar pistas y a servir de interlocutor para organizar sus ideas, a modo del famoso Dr. Watson de Conan Doyle.
En La Bestia debe morir, Nicholas Blake utiliza un interesante artificio literario: el eje central de la primera parte del libro es el diario de un asesino. Cuando empiezas la lectura del libre y te encuentras este diario choca un poco, no sabes dónde va a aparecer el caso y como se puede resolver, porque desde el principio el lector cree conocer la solución. De forma que el lector se entrega en la manos del escritor.
El libro, en definitiva, trata sobre la justificación de la muerte de las personas crueles por el daño que producen en su entorno. Hay pues una cuestión moral latente, si está justificada la muerte de un ser humano en alguna situación y, consecuentemente, si ha de recibir castigo el ejecutor, aunque esté movido por una imperiosa necesidad.
Nigel Stranngeways tiene que moverse en esta disquisición y ayudar a impartir justicia, desentrañando el caso con su navaja lógica, siguiendo los pasos de Ockham.
Volver de vez en cuando a los clásicos siempre ayuda a ver la realidad humana con otros ojos que no son los habituales, la perspectiva de su época de la que gozaban estos autores como Nicholas Blake puede ayudar a discernir la calidad de los bestsellers del momento, que en ocasiones nos deslumbran con sus campañas promocionales.
Como nota curiosa, es interesante destacar que Cecil Day-Lewis era el padre del actor británico Daniel Day-Lewis, quizá más conocido en los tiempos actuales. Estas lecturas oxigenan un poco la mente del lector, sacándole de los estilos actuales narrativos y dando soluciones literarias diferentes, aunque puedan parecer pasadas de moda.
______________________Biografía en EN:Wikipedia de Cecil Day-Lewis.
En Fantastic Fiction se puede encontrar un breve comentario sobre el autor.
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