A raíz de la lectura de "La promesa del ángel caído" de FRIEDRICH ANI he econtrado este artículo de Justo Navarro publicado en el suplemento Babelia de El País del 24 de enero de dos mil diez. (También se puede leer en un escaneado del periódico en Plataforma Editorial).
Me gustaría destacar la referencia que hace un libro de Renato Gionvanoli, que lleva por título Elementare Wittgenstein!, publicado en Italia por la Editorial Medusa en 2007.
"No creo que exista ya la novela criminal de antes, con sus dos ramas: el pensativo Sherlock Holmes frente a los trepidantes detectives americanos. Renato Gionvannoli dice que la vía inglesa seguía los principios del primer Wittgenstein, el del Tractatus logico-philosophicus, mientras que la seire negra de los detectives salvajes compartió la mentalidad del segundo Wittgenstein. He oído que toda la filosofía del siglo XX puede dividirse entre la fiel al primer Wittgenstein (fanáticamente lógico) y la hipnotizada por el segundo (atento a cómo jugamos con las palabras según vivimos y según nos conviene)."
En You Tube se puede encontrar una presentación del autor realizada en la Biblioteca Universitaria de Génova. En esta presentación explica brevemente la relación que hace entre Wittgenstein y la novela policiaca. Es un vídeo que se corta quizá en los más interesante.
Es interesante esta distinción, basada en la relación con las reflexiones de Wittgenstein. Lo que sí es cierto que tanto la novela policiaca como Wittgenstein son hijos de un tiempo y una época, donde dominan unas corrientes de pensamiento y unos paradigmas determinados que explican el modo de conocimiento de la realidad.
Efectivamente, en las novelas inglesas de Holmes, de Poirot, la realidad es abarcable, tiene sentido, tiene una lógica, a la que se puede aplicar la deduccíón, el análisis y desentrañar las claves interpretativas. Ese es el paradigma positivista propio del siglo XIX, un mundo que cree en el progreso, en la ciencia como sistema teórico explicativo de la realidad.
Frente a este modelo aparece el modelo interpretativo. La realidad no es explicable, es compleja. La vida solo se puede comprender o entender, no se puede explicar. Los escritores norteamericanos no intentan conocer como es la vida, solo intentan explicarla cómo se desenvuelve. Nos muestran la realidad tal y como ellos la ven. Es curioso que la novela negra norteamericana adopte este paradigma, cuando ha sido un país donde han imperado las doctrinas positivistas más prágmáticas en multitud de ramas de la ciencia e incluso del arte.
Interesante reflexión.
En italiano se pueden encontrar reseñas de este libro de Giovannoli; para los que sean capaces de hacer una aproximación, puede ser un poco más revelador. En La Voce di Fiore se puede encontrar una.
No hay comentarios:
Publicar un comentario