Plagiando el título de la película, esta novela de Camilleri refleja una tendencia que ya estaba en todos los títulos anteriores, pero que se viene manifestando especialmente en las dos últimas, a saber, el reflejo de las inquietudes, pasiones, dudas de Montalbano. El caso a resolver y su resolución no tiene demasíado desarrollo en la obra, sino las tribulaciones del comisario, sus vivencias personales, sus conflictos con Livia, con sus jefes, ... y con la vida en general.
Es una visión del personaje que le hace muy humano, muy normal, fuera de la habitual caracterización de muchos detectives e investigadores que siempre les sale todo bien para que la novela sea redonda.
Camilleri sigue respondiendo a mis expectativas.
Es una visión del personaje que le hace muy humano, muy normal, fuera de la habitual caracterización de muchos detectives e investigadores que siempre les sale todo bien para que la novela sea redonda.
Camilleri sigue respondiendo a mis expectativas.
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