Por fin he podido terminar este último libro de Elizabeth George. La verdad es que venía de leer últimamente unos libros de una extensión más o menos limitada y me encontré con "El refugio", un volumen de más de seiscientas páginas.
El comienzo no fue fácil, es prolija en sus descripciones; en particular las descripciones del pensamiento interior de los personajes. A esto se añade la multitud de personajes activos, ciertamente secundarios, pero con importancia en el discurrir de la acción. Todo esto hace que el lector tenga que acostumbrarse a esta dinámica narrativa. Ya que en cierta forma la acción se dispersa, hasta que uno llega a entender que la acción discurre en el interior de las personas.
Si hay un elemento que pudiera destacar en este libro de Elizabeth George no son en sí mismos los actores sino sus diálogos interiores. La autora nos ayuda a comprender la naturaleza de la personalidad humana de esta manera, así aparecen personajes que no son ni buenos ni malos, sino que las acciones son fruto de una compleja trama psicológica verbalizada en lo que antes llamaba diálogos interiores.
Otro elemento que destaca en cómo entiende la autora la personalidad humana, es su referencia constante al pasado de sus personajes: la infancia, su contexto familiar, las relaciones con sus pares, etc... Ciertamente es un recurso literario licito, pero a nivel psicológico es un planteamiento un tanto pesimista, en cuanto que parece que plantea un determinismo del cual no podríamos salir y a la vez descarga de responsabilidad. Así el final de la obra acaba casí disculpando al responsable del crimen.
Como digo es una técnica narrativa diferenciada, interesante para los que gustan paladear sabores nuevos y distintos.
El comienzo no fue fácil, es prolija en sus descripciones; en particular las descripciones del pensamiento interior de los personajes. A esto se añade la multitud de personajes activos, ciertamente secundarios, pero con importancia en el discurrir de la acción. Todo esto hace que el lector tenga que acostumbrarse a esta dinámica narrativa. Ya que en cierta forma la acción se dispersa, hasta que uno llega a entender que la acción discurre en el interior de las personas.
Si hay un elemento que pudiera destacar en este libro de Elizabeth George no son en sí mismos los actores sino sus diálogos interiores. La autora nos ayuda a comprender la naturaleza de la personalidad humana de esta manera, así aparecen personajes que no son ni buenos ni malos, sino que las acciones son fruto de una compleja trama psicológica verbalizada en lo que antes llamaba diálogos interiores.
Otro elemento que destaca en cómo entiende la autora la personalidad humana, es su referencia constante al pasado de sus personajes: la infancia, su contexto familiar, las relaciones con sus pares, etc... Ciertamente es un recurso literario licito, pero a nivel psicológico es un planteamiento un tanto pesimista, en cuanto que parece que plantea un determinismo del cual no podríamos salir y a la vez descarga de responsabilidad. Así el final de la obra acaba casí disculpando al responsable del crimen.
Como digo es una técnica narrativa diferenciada, interesante para los que gustan paladear sabores nuevos y distintos.
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